18 de noviembre de 2016

Cerveza Mahou



Vigésima séptima foto: 



Cerveza Mahou


   «Mahou (/mau/) es una empresa cervecera de origen español, fundada en Madrid en el año 1890 como Hijos de Casimiro Mahou, fábrica de hielo y cerveza. 

   La empresa destaca pronto por la calidad de su producción en un país de tradición vitivinícola que acepta tardíamente la cerveza, y durante el siglo XX se encuentra entre las más importantes dentro del mercado cervecero español.

​ La denominación procede del apellido de la familia que estuvo al frente de la compañía durante cerca de un siglo. Tras la compra de San Miguel a finales de 2000, se transformó en el grupo empresarial Mahou-San Miguel, la mayor compañía cervecera española a comienzos del siglo XXI.

   El iniciador de las actividades empresariales en Madrid fue Casimiro Mahou Bierhans (1828-1875), francés de Lorena, que contrae matrimonio con la madrileña Brígida Solana Fernández (1818-1896). Con Brígida tiene tres hijos y dos hijas.

   Casimiro puso en marcha en 1850, junto a un socio, una fábrica de papel pintado llamada "Las Maravillas" que abandona en 1859. Entonces decide instalarse en la Plaza del Limón y construir la fábrica "El Arco Iris. Gran Fábrica de Colores al Temple y al Olio", que tras su muerte en 1875, pasaría a manos de su viuda, llamándose ahora "Fábrica al Vapor de Colores, Barnices y Hielo Vda. E Hijos de Casimiro Mahou". Son los hijos quienes crean una de las empresas pioneras en España en producción de cerveza.

   La empresa se constituye el 30 de octubre de 1889 por los hermanos como una Sociedad Regular Colectiva (SRC). Cuando se hacen con los servicios del maestro cervecero alemán, Konrad Stauffer Ruckert, empiezan a producir cerveza. La primera fábrica se construyó en la calle de Amaniel nº 29 de Madrid (cercana al Cuartel del Conde-Duque) en la zona del ensanche de Madrid. Esta factoría comenzó a funcionar el 1 de febrero de 1891 y actualmente es la sede del Museo ABC de Dibujo e Ilustración. Por su parte, la sucursal principal se ubicaba en la calle Jacometrezo. La nueva fábrica se equipa con material industrial procedente de Alemania, que entra en España inicialmente por los puertos de Valencia. Desde los inicios se elabora el tipo de cerveza de Pilsen. El agua empleada en la fábrica de Amaniel procedía de la distribución canalizada que ofrecía el recién inaugurado Canal de Isabel II. El lúpulo, difícil de cultivar en los campos agrícolas de España, se importaba de Alemania, procedente de las proximidades de Núremberg, del tipo Lagerbierhöpfen. La malta era de origen nacional y procedía de los campos de Aranjuez. De esta forma, en marzo de 1891, empieza la comercialización de la cerveza. Mahou ofrecía dos tarifas diferenciadas, según que las botellas estuvieran pasteurizadas o no.​ Esto dependía de los clientes. Las botellas tenían una vida de almacenaje mayor pero el coste aumentaba un 20%. Hay que considerar que el vino embotellado conserva su buen sabor durante meses, no así la cerveza que, por el contrario, se estropea si no se consume pronto.

   La cerveza es muy poco consumida en la sociedad española de la época. En aquellos tiempos, cuando abundaban los cafés tertulia, no están entre los clientes de Mahou los cafés de la Puerta del Sol. La fama de la cerveza Mahou crece cuando gana premios internacionales de calidad, premios que pronto muestran en las etiquetas de sus botellas. El éxito de la venta de cerveza relega la producción de otros bienes a un segundo plano. El proceso de fabricación de cerveza era novedoso. Mahou fue una de las primeras empresas que emplea la tecnología de compresores frigoríficos en toda la cadena de producción de la cerveza. ​ La compañía deja de producir colores y barnices en las primeras décadas del siglo XX, y continúa produciendo barras de hielo hasta los años setenta. En este período de asentamiento, cuando compiten principalmente con la cerveza El Águila, la familia decide en 1904 ampliar el negocio creando una segunda fábrica en Gibraleón (provincia de Huelva), dirigida por Luis Mahou Solana, para abastecer de cerveza a las poblaciones mineras de la provincia. La demanda no fue suficiente, debido al precio por litro de cerveza, y la aventura concluyó en 1912. Después de ésta, hubo otras iniciativas como las factorías de Novelda, a finales de los veinte, y de Orense (conocida como cervezas San Martín).

   En los comienzos del siglo XX la compañía mejora progresivamente su equipamiento industrial y aumenta la producción. La demanda de cerveza crece durante el primer tercio de siglo, en parte debido al mayor poder adquisitivo de la gente. España fue país neutral durante la Primera Guerra Mundial, lo que favoreció la bonanza económica y la expansión de Mahou» 



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